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Un tumor o varios tumores ?
Publicado por Histovet en Un tumor o varios tumores ? el enero 29, 2017
Muchos habrán pasado por ello: tras obtener un diagnóstico mediante biopsia, el proceso o bien no responde al tratamiento correspondiente o bien no evoluciona de la forma esperable para lo que se supondría con ese diagnóstico.
Nuestra práctica de la medicina veterinaria cambiará a mejor el día que entendamos que muchas de las lesiones que hoy interpretamos como una entidad (diagnóstica, clínica, terapéutica,…) son en realidad la misma presentación pero para procesos distintos. Un ejemplo: en veterinaria todavía clasificamos las glomerulopatías en tal o cual glomerulonefritis (GN) según su morfología de la misma forma como se describían hace más de 60 años, pero en cambio nadie se sorprende por el hecho de que aquellos compañeros dedicados a la nefrología no hayan conseguido hasta ahora encontrar pautas precisas que correlacionen una determinada GN con una bioquímica concreta, un tratamiento efectivo y una evolución predecible.
En medicina humana ya hace tiempo que se reconocen formas diferentes de correlacion clínica, respuesta al tratamiento y pronóstico para una misma forma de GN porque al analizarlas a nivel transcriptómico se ha demostrado que un mismo tipo morfológico de GN puede representar nefropatías distintas. Es decir, el aspecto de lesión algunas veces no preve como se va a comportar realmente aquella lesión. Los autores de este trabajo nos presentan otro ejemplo paradigmático de esta situación pero en veterinaria: el linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) en perros.
El LBDCG es el tumor linfoide más frecuente y agresivo en perros. Ahora bien, mientras que su diagnóstico ha evolucionado mucho en los últimos años, no ha sido así con las estrategias de tratamiento. Los animales con LBDCG pueden mostrar una evolución clínica, una respuesta al tratamiento y un pronóstico muy variables. Esta variabilidad es achacable en parte a aquellas características que se valoran a través de las técnicas de diagnóstico que aplicamos de forma convencional (morfología, clonalidad, citometría), y estas son el estado de activación de las células B, el índice mitótico y la extensión a sangre y médula ósea del tumor. Pero son particularidades del tumor que no explican el porqué de esta variabilidad. El escenario es distinto si el tumor se examina a nivel genómico.
Cuando se realizan estudios de expresión de genes en casos de LBDCG, se observa que el mismo tumor se subdivide en dos neoplasias distintas, una constituída por células típicas de los centros germinales (CG) y una segunda formada por células B activadas CBA), y la superviviencia de los pacientes con LBDCG-CG es distinta de aquellos con LBDCG-CBA, dando a entender que son entidades diferentes.
De forma similar, también se observan diferencias cuando se estudian cambios cromosómicos mediante hibridación genómica comparativa. Respoderán mejor al tratamiento aquellos perros con modificaciones en el cr13. Aquellos otros con una adquisición del cr31 tendrán peor pronóstico.
Y si se examina la metilacion del ADN (la metilación del ADN juega un papel fundamental en el desarrollo de tumores hematopoyéticos) mediante secuenciación por bisulfito, se comprueba que existe metilación aberrante de CpG en determinados genes reprimidos en casos de LBDCG (TFPI-2).
No estamos hablando de que un mismo tumor se comporte de una u otra forma en función de qué genes exprese. Lo que muestran estos resultados sugiere que el LBDCG es en realidad un conjunto heterogéno de neoplasias diferentes en lugar de un único tipo de tumor tal como lo vemos ahora. La medicina veterinaria se encuentra lejos de aplicar técnicas transcriptómicas, estudiar cambios cromosómicos y valorar la metilación del ADN en los tumores de nuestras mascotas como herramientas de diagnóstico rutina. Pero como mínimo podemos empezar a comprender el porqué de la variabilidad en la respuesta al tratamiento y en la evolución de algunas neoplasias aún siendo el mismo tumor. Sino entendemos que asociar el binomio «una lesión-una entidad» es un error, entonces nos seguiremos sorprendiendo siempre que suceda lo inesperado.
Pronóstico de los sarcomas de tejidos blandos
Publicado por Histovet en Sarcomas caninos de tejidos blandos. Pronóstico el junio 6, 2015
Cuando diagnosticamos un sarcoma de tejidos blandos a menudo recibimos la siguiente consulta:
– de acuerdo,… un sarcoma de tejidos blandos, pero que tipo concreto de tumor es, qué nombre tiene ?
Los sarcomas de tejidos blandos (STBs) agrupan un conjunto de tumores que llegan a representar hasta un 15% de las neoplasias cutáneas en el perro, los cuales se interpretan de forma común porque comparten una imagen histológica y una biología semejantes (baja capacidad metastática – 17% – y moderada tendencia a recidivar – desde 7% hasta 30% -). Estos tumores incluyen:
tumor de nervios periféricos (TNPs) no asociado al plexo braquial, fibrosarcoma, mixosarcoma, liposarcoma, tumor de células perivasculares, histiocitoma fibroso maligno, y mesenquimoma maligno
Otros tipos de sarcoma no se incluyen en el grupo de STBs bien por su sigularidad o bien por exhibir una mayor agresividad que los anteriores. Los sarcomas no considerados habitualmente como STBs incluyen:
sarcoma histiocítico, linfangiosarcoma, hemangiosarcoma, fibrosarcoma oral y tumor de nervios periféricos asociado al plexo braquial.
La agrupación de sarcomas bajo el diagnóstico STBs puede parecer un esfuerzo muy generoso de síntesis y es que no todos los STBs se comportan de forma idéntica a nivel individual (algunos pueden mostrar unas probabilidades de metástasis muy superiores al 30% o probabilidades de recidiva inferiores al 17%). Por este motivo resulta inprescindible en la valoración de este tipo de tumores combinar el diagnóstico morfólogico con el grado de la neoplasia (ver Índice mitótico) si se pretende obtener información útil.
De entre los diferentes factores pronóstico usados en STBs (tipo de neoplasia, grado, localización, infiltración, márgenes) sólamente el grado histológico tiene relevancia pronóstica, especialmente si se combina con el estudio de márgenes. Por sorpredente que parezca, el tipo histológico, es decir saber si se trata de un liposarcoma, un fibrosarcoma, etc, no tiene significado pronóstico.
GRADO
El grado se define como la suma de la diferenciación, el índice mitótico i la necrosis
Diferenciación
1 sarcomas parecidos al tejido original
2 sarcomas indiferenciados pero en los cuales se identifi tejido original
3 sarcomas indiferenciados (anaplásicos)
Mitosis
1 0-9
2 10-19
3 > 19
Necrosis
1 ausente
2 < 50%
3 > 50%
El grado definitivo del tumor se obtiene mediante la suma del los tres valores:
- grado I: valor menor o igual a 3
- grado II: valor 4-5
- grado III: valor igual o mayor a 6
MÁRGENES
Los márgenes de resección se definen como:
incompletos: las células neoplásicas contactan con los márgenes
estrechos: la distancia entre células neoplásicas y márgenes es < 3 mm
completos: la distancia entre células neoplásicas y márgenes está entre 3 y 5 mm
Combinando grado y valoración de márgenes, la información que deberíamos obtener en el examen de este tipo de tumores vendría a ser esta:
Grado I | Grado II | Grado III | ||
Metástasis | Raro 7-13% | Raro o infrecuente 7-33% | Propenso 22-44% | |
Recidivas | márgenes | |||
incompleto/estrecho | Infrecuente 7% | Intermedio 35% | Probable 75% | |
Completo | Muy raro | Muy raro | Minoria |
Osteosarcoma: predisposición y pronóstico
Publicado por Histovet en Oncología, Osteosarcoma: predisposición y pronóstico el diciembre 5, 2013
Osteosarcoma: predisposición y pronóstico
El osteosarcoma (OS) es un tumor mesenquimatoso maligno con una capacidad de producir metástasis muy alta. Incluso aquellos animales tratados mediante amputación presentan una Tasa de Supervivencia Global (TSG) reducida. Sin embargo, esta agresividad contrasta con la escasa concreción sobre los factores pronóstico de esta neoplasia existentes en la literatura. La mayoría de los factores pronóstico analizados hasta ahora en OSs (edad, peso, sexo, raza, localización del tumor, fosfatasa alcalina sérica -SALP- y ósea -BALP-, infección, grado histológico, etc…) no se han valorado en pruebas controladas aleatorias y han aportado resultados contradictorios.
Prognostic factors in canine appendicular osteosarcoma- a meta-analysis
BMC Veterinary Research 2012, 8:56
En este artículo, los autores realizan una revisión crítica sobre los factores pronóstico que se han descrito para el OS apendicular, validan su importancia científica, y llevan a cabo un metaanálisis sobre la asociación entre la SALP, la localización del tumor y la edad del animal respecto a la TSG y al Intervalo Libre de Enfermedad (ILE)
SALP y la localización del tumor en la zona proximal del húmero son los indicadores pronóstico negativos más importantes respecto a la TSG y el ILE, en el caso de la localización humeral quizás debido a que es una zona menos obvia desde un punto de vista clínico y el OS se detecta más tarde. El radio por el contrario es la zona afectada con mejor pronóstico. Y aunque la edad también se relaciona con la TSG y el ILE, esta vinculación no es estadísticamente significativa.
La mayoría de los factores pronóstico analizados hasta ahora en OSs (edad, peso, sexo, raza, localización del tumor, fosfatasa alcalina sérica -SALP- y ósea -BALP-, infección, grado histológico, etc…) no se han valorado en pruebas controladas aleatorias y han aportado resultados contradictorios.
En medicina humana, la respuesta histológica a la quimioterapia preoperativa es un factor que predice de forma muy significativa el resultado del tratamiento operatorio. Detectar pacientes de esta forma permitiría seleccionar aquellos animales que requieren un protocolo más intensivo de quimioterapia. Este procedimiento, sin embargo, no se aplica en veterinaria. En veterinaria, por el contrario, la bibliografía insiste en recalcar la utilidad de la quimioterapia adyuvante (cisplatino, carboplatino y doxorubicina) para aumentar la supervivencia. Ahora bien, cuando se valoran estos estudios, se observa que no existen diferencias en la TSG cuando se compara el tratamiento quimioterápico pre- y post-operatorio, al igual que tampoco existen diferencias entre aquellos animales tratados con un régimen único o múltiple. Hasta el momento, no se ha demostrado que una terapia adyuvante agresiva administrada indiscriminadamente limite el desarrollo de metástasis. Incluso un reducido número de casos de OS no desarrollan metástasis a pesar de no recibir quimioterapia, lo que sugiere que es la composición genética del tumor y el paciente los factores que realmente contribuyen al potencial metastático del tumor. Y esto enlaza con el siguiente artículo
Breed-predispositions to cancer in pedigree dogs
ISRN Veterinary Science, 2013, ID941275
En este artículo, la autora revisa la predisposición de determinadas razas de perro al desarrollo de diversos tipos de neoplasia, entre ellos el OS. La selección de razas ha provocado una singularidad genética en los perros que permite la identificación de alelos que confieren susceptibilidad al cáncer en comparación con el resto del conjunto de la población canina.
Las razas con mayor riesgo incluyen el Doberman, el Pastor alemán, el Golden Retriever, el Gran Danés, el Setter irlandés, el Rotweiler, el San Bernardo, el Pastor irlandés, el Borzoi, el Galgo, el Lebrel escocés y el Leonberger. Más que una cuestión genética, la predisposición puede estar ligada en estos casos al peso y tamaño de estas razas (los OSs se desarrollan preferentemente en áreas de microfractura). Ahora bien, un factor de crecimiento como IGF1, determinante en las diferencias entre razas pequeñas y grandes, es a la vez un factor muy potente en generar un fenotipo maligno en líneas celulares de OS.
En Rotweilers, la castración antes del primer año de vida incrementa el riesgo a desarrollar el tumor tanto en hembras como en machos, mientras que en San Bernardo y Lebrel escocés se ha observado una incidencia familiar.
Cuando se ha valorado el cariotipo en estas razas con mayor predisposición, se ha comprobado como la base genética del paciente influencia el cariotipo del tumor. En Rotweilers, pero no en Golden Retriever, el OS presenta deleción de genes supresores (WT1, TP53 y CDKN2A, PTEN y RB1), hallazgo que no sólo refleja la influencia genética de la raza sino a la vez la idiosincrasia de cada tumor.
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