Las conversaciones telefónicas con los clientes (los veterinarios clínicos) son parte importante del trabajo como patólogo porque, a diferencia de la información que aporta el informe, aquella que se comunica verbalmente permite expresarse de una forma que se suele traducir en una información más efectiva. Una llamada de teléfono y una charla de cinco minutos pueden aclarar más dudas que una redacción extensa. Pero no siempre es así.
Por el motivo que sea, lo que empieza a veces como una conversación amistosa puede acabar enzarzándose en un diálogo complicado. Todos somos humanos, y nuestra eventual eficacia diagnóstica no necesariamente se corresponde siempre con una capacidad de comunicación. Quizás en otros casos, no lo sabremos, la disconformidad obedece a otros motivos. Sea como sea, cuando en una de estas conversaciones tengo la sensación de llegar a un callejón sin salida, saco de la chistera el argumento sobre la posiblidad de remitir la muestra a otro laboratorio para pedir una segunda opinión. Pero siempre se me malinterpreta. Bien se ve como un desentendimiento del caso por mi parte o bien como una falta de confianza. Y la reacción siempre es la misma: no, no es necesario. Confiamos mucho en vuestro trabajo.
Se malinterpreta porque el hecho de remitir la muestra a otro centro para pedir una segunda opinión no es una cuestión de probar la confianza ni una acción de competitividad para ver quien tiene la razón y, mucho menos, una forma de lavarse las manos. Como patólogo, a menudo recibo biopsias de otros centros para una segunda opinión a la vez que también remito a otros laboratorios para una segunda opinión externa aquellos casos diagnosticados por nostros cuando el veterinario lo requiere así. Pero mientras que la solicitud por parte del veterinario no levanta recelos, cuando lo propongo como patólogo doy a entender que lo que pretendo es quitarme un problema de encima.
Sin embargo, para los patólogos, acostumbrados a lidiar con posibles errores de diagnóstico, una segunda opinión tiene un gran significado. No sólo se emplea a nivel intradepartamental como herramienta para corroborar diagnósticos, sino que también es un mecanismo de control de calidad. En medicina humana, una segunda opinión extradepartamental es el mejor método para asegurar la máxima precisión en el diagnóstico en pacientes con cáncer y aquellos destinados a tratamientos definitivos por trastornos graves. Los mismos patólogos deben promover su uso …en aras a confirmar y mejorar la precisión diagnóstica (T. Craig Allen)
La patología no es una ciencia empírica. Un diagnóstico anatomopatológico en la mayoría de casos es una opinión, no un título serológico o un recuento hematológico. Es quizás la única rama de la médica en la en que no son aplicables los argumentos de la “Medicina Basada en la Evidencia”. De hecho, si una misma lesión la valoran distintos patólogos pueden obtenerse distintos diagnósticos. Ahí radica el porqué de la importancia de las segundas opiniones en anatomía patológica.
En patología humana se han realizado diversos estudios sobre los beneficios y discrepancias de las segundas opiniónes. En servicios de humana, las diferencias en el diagnóstico varían entre un 2,3 y un 30% de los casos. Un estudio de 5 años de 70.000 casos de la Clínica Mayo, demostró los beneficios de entrenar a patólogos con segundas opiniones de centros externos así como de revisar casos propios como patólogos senior.
Una segunda opinión es un incremento en el coste económico del caso (relativo, porque las biopsias suelen posponerse al final de la cadena de diagnóstico, cuando el propietario ya lleva abonados diversos análisis y tratamientos). Pero en cualquier caso el veterinario deberá convencer al propietario para pagar por un segundo estudio de una muestra ya analizada y pagada. Algo que además contrastará con el cariz que va adquiriendo nuestra profesión (donde y cuando realizar un examen de biopsia acaba dependiendo de escalados de precios por volumen de muestras, descuentos y estudios complementarios que nada tienen que ver con la histopatología). Pero a la larga, el benificio superará el coste. Los estudios realizados en medicina humana demuestran que confirmar/corregir un diagnóstico conlleva una reconsideración en el tratamiento (evitando terpias innecesarias) que también acaba repercutiendo en el coste final. En el fondo, podemos preguntarnos que estamos haciendo aquí: si nuestro objetivo es un tema de rentabilidad y gestión económica o bien el procurar por la salud de las mascotas.
#1 por moraddict el julio 16, 2018 - 12:43 pm
Buenas Dias Colega. Me ha gustado su publicación, porque en efecto las segundas opiniones son valiosas. Yo misma he recurrido a ello, creo se necesita mucho amor y respeto por la vocación, porque hay quienes prefieren no bajarae del pedestal (ego) y prefieren no pedir segundas opiniones. Saludos desde la CDMX.
#2 por Histovet el julio 16, 2018 - 2:35 pm
Un saludo