Osteosarcoma: predisposición y pronóstico
El osteosarcoma (OS) es un tumor mesenquimatoso maligno con una capacidad de producir metástasis muy alta. Incluso aquellos animales tratados mediante amputación presentan una Tasa de Supervivencia Global (TSG) reducida. Sin embargo, esta agresividad contrasta con la escasa concreción sobre los factores pronóstico de esta neoplasia existentes en la literatura. La mayoría de los factores pronóstico analizados hasta ahora en OSs (edad, peso, sexo, raza, localización del tumor, fosfatasa alcalina sérica -SALP- y ósea -BALP-, infección, grado histológico, etc…) no se han valorado en pruebas controladas aleatorias y han aportado resultados contradictorios.
Prognostic factors in canine appendicular osteosarcoma- a meta-analysis
BMC Veterinary Research 2012, 8:56
En este artículo, los autores realizan una revisión crítica sobre los factores pronóstico que se han descrito para el OS apendicular, validan su importancia científica, y llevan a cabo un metaanálisis sobre la asociación entre la SALP, la localización del tumor y la edad del animal respecto a la TSG y al Intervalo Libre de Enfermedad (ILE)
SALP y la localización del tumor en la zona proximal del húmero son los indicadores pronóstico negativos más importantes respecto a la TSG y el ILE, en el caso de la localización humeral quizás debido a que es una zona menos obvia desde un punto de vista clínico y el OS se detecta más tarde. El radio por el contrario es la zona afectada con mejor pronóstico. Y aunque la edad también se relaciona con la TSG y el ILE, esta vinculación no es estadísticamente significativa.
La mayoría de los factores pronóstico analizados hasta ahora en OSs (edad, peso, sexo, raza, localización del tumor, fosfatasa alcalina sérica -SALP- y ósea -BALP-, infección, grado histológico, etc…) no se han valorado en pruebas controladas aleatorias y han aportado resultados contradictorios.
En medicina humana, la respuesta histológica a la quimioterapia preoperativa es un factor que predice de forma muy significativa el resultado del tratamiento operatorio. Detectar pacientes de esta forma permitiría seleccionar aquellos animales que requieren un protocolo más intensivo de quimioterapia. Este procedimiento, sin embargo, no se aplica en veterinaria. En veterinaria, por el contrario, la bibliografía insiste en recalcar la utilidad de la quimioterapia adyuvante (cisplatino, carboplatino y doxorubicina) para aumentar la supervivencia. Ahora bien, cuando se valoran estos estudios, se observa que no existen diferencias en la TSG cuando se compara el tratamiento quimioterápico pre- y post-operatorio, al igual que tampoco existen diferencias entre aquellos animales tratados con un régimen único o múltiple. Hasta el momento, no se ha demostrado que una terapia adyuvante agresiva administrada indiscriminadamente limite el desarrollo de metástasis. Incluso un reducido número de casos de OS no desarrollan metástasis a pesar de no recibir quimioterapia, lo que sugiere que es la composición genética del tumor y el paciente los factores que realmente contribuyen al potencial metastático del tumor. Y esto enlaza con el siguiente artículo
Breed-predispositions to cancer in pedigree dogs
ISRN Veterinary Science, 2013, ID941275
En este artículo, la autora revisa la predisposición de determinadas razas de perro al desarrollo de diversos tipos de neoplasia, entre ellos el OS. La selección de razas ha provocado una singularidad genética en los perros que permite la identificación de alelos que confieren susceptibilidad al cáncer en comparación con el resto del conjunto de la población canina.
Las razas con mayor riesgo incluyen el Doberman, el Pastor alemán, el Golden Retriever, el Gran Danés, el Setter irlandés, el Rotweiler, el San Bernardo, el Pastor irlandés, el Borzoi, el Galgo, el Lebrel escocés y el Leonberger. Más que una cuestión genética, la predisposición puede estar ligada en estos casos al peso y tamaño de estas razas (los OSs se desarrollan preferentemente en áreas de microfractura). Ahora bien, un factor de crecimiento como IGF1, determinante en las diferencias entre razas pequeñas y grandes, es a la vez un factor muy potente en generar un fenotipo maligno en líneas celulares de OS.
En Rotweilers, la castración antes del primer año de vida incrementa el riesgo a desarrollar el tumor tanto en hembras como en machos, mientras que en San Bernardo y Lebrel escocés se ha observado una incidencia familiar.
Cuando se ha valorado el cariotipo en estas razas con mayor predisposición, se ha comprobado como la base genética del paciente influencia el cariotipo del tumor. En Rotweilers, pero no en Golden Retriever, el OS presenta deleción de genes supresores (WT1, TP53 y CDKN2A, PTEN y RB1), hallazgo que no sólo refleja la influencia genética de la raza sino a la vez la idiosincrasia de cada tumor.