f. – (Patol. general) Aumento del número de células de un tejido u órgano, con el consiguiente aumento de volumen de éste. Solamente tiene lugar si las células tienen capacidad de dividirse (p.e. epitelio glandular). Hiperplasia no es neoplasia, pero una hiperplasia patológica puede representar el substrato para el posterior desarrollo de un tumor.
hyper ὑπέρ gr. ‘en exceso’, ‘más que’ + plas(íā) -πλασία gr. cient. ‘formación celular’
~ fisiológica. Se subdivide en hormonal (aumento del epitelio glandular durante la gestación) o compensatoria (proliferación del tejido hepático tras perder parte de su masa.
~ patológica. Habitualmente inducida por hormonas, factores de crecimiento o infecciones víricas. Algunos ejemplos son la Hiperplasia Fibroepitelial Mamaria felina, la Hiperplasia glandular prostática o las lesiones papilomatosas de origen vírico.
f. – (Patol. general) Aumento del tamaño de las células (no del número) con el consiguiente aumento de volumen de un tejido u órgano. Tiene lugar en células capaces de dividirse y en células que no lo son (p.e. fibras miocárdicas). Inducida por sensores mecánicos, factores de crecimiento (TGF-β, IGF-1) o agentes vasoactivos (agonistas α-adrenérgicos, endotelina-1 y angiotensina II).
hyper ὑπέρ gr. ‘en exceso’, ‘más que’ + -troph(íā) -τροφία gr. ‘nutrición’
~ fisiológica. Por requerimiento de un mayor rendimiento (hipertrofia del tejido muscular por ejercicio). Mediada via fosfoinositol 3-quinasa/Akt
~ patológica. Hipertrofia del tejido cardíaco o vascular por hipertensión o insuficiencia valvular. Mediada por receptores acoplados a proteína G.