El artículo describe un caso una perra Cairn terrier de 7 años, a la que se le practicó una aspiración con aguja fina (AGF) guiada por ecografía de una masa pulmonar con diagnóstico de adenocarcinoma. Se extirpó el lóbulo pulmonar implicado y las radiografías a los 6 meses eran normales. A los 12 meses se le detectó una masa dorsal en el tórax que causaba problemas de movilidad. Su localización y las características citológicas de la lesión indicaban un foco de metástasis en el tracto de la punción que se le había practicado hacía un año.
Existe un solo caso de adenocarcinoma con implantación iatrogénica anteriormente descrito en un gato tras una AGF. Por otra parte, se han publicado casos aislados de implantación neoplásica asociados a aspirados de carcinoma de células de transición u otros tipos tumorales (carcinomas), ya sea por aspirados o por manipulación del tejido tumoral. Este tipo de complicaciones son inusuales en veterinaria. Algunos autores han sugerido que puede ser preferible evitar la realización de AGF en el caso de neoplasias localizadas en cavidades. Sin embargo, en general se considera (y estamos de acuerdo con esta apreciación) que la información que aporta este tipo de técnicas diagnósticas contrarresta los riesgos de metástasis si tenemos en cuenta el reducido número de casos descritos, y especialmente si se pretende llevar a cabo una aproximación quirúrgica y médica acorde con el tipo de neoplasia. Según la información de la que disponemos, en Histovet no hemos diagnosticado ningún caso en el que se haya producido un crecimiento tumoral con características compatibles con una implantación iatrogénica tras una AGF.
En medicina humana se consideran diferentes factores de riesgo para una implantación iatrogénica: uso de agujas de gran calibre, punciones repetidas, el potencial metastásico del tumor y la inmunosupresión del paciente. No se han descrito factores predisponentes en veterinaria.
Pulmonary adenocarcinoma seeding along a fine needle aspiration tract in a dog.
Veterinary Record