Como patólogos, a la hora de diagnosticar cualquier caso, siempre preferimos valorar una biopsia que una citología puesto que la primera aporta más información. Mediante una citología, por el contrario, basada únicamente en rasgos celulares, resulta siempre más complicado proponer un diagnóstico. Dicho de otra forma, las citologías suelen ofrecer diagnósticos presuntivos que posteriormente deben corroborarse con el estudio de la biopsia.
El caso que aquí os presentamos, sin embargo, presenta la situación inversa. El diagnóstico de la biopsia fué modificado a partir de los resultados de la citología (ésta última realizada además por el propio veterinario !).
El caso corresponde a un gato de 8 años, hembra, con una neoformación cutánea en la zona torácica. En el examen de la biopsia, se observó la presencia de múltiples focos de inflamación mononuclear, distribuidos de forma heterogénea en el tejido subcutáneo, junto con áreas de proliferación de tejido fibrovascular de aspecto cicatricial. Tanto la inflamación como la fibrosis englobaban lóbulos de tejido adiposo.
La combinación de estas lesiones es característica para el desarrollo de una paniculitis, inflamación multifactorial del tejido graso subcutáneo.
Así pues, sin lugar a dudas, nuestro diagnóstico fué de Paniculitis Mononuclear Crónica Esclerosante
Al cabo de unos días, el veterinario se puso en contacto con nosotros para comentarnos los hallazgos que él había observado en un estudio citológico previo que había realizado en la propia clínica. En él, el veterinario observó cromatina rugosa en algunas células y elementos mesenquimatosos abundantes, hallazgos sugestivos para el desarrollo de un sarcoma, si bien no son exclusivos de una neoplasia ya que también pueden encontrarse en el marco de una inflamación. En cualquier caso, sus resultados motivaron una revisión por nuestra parte de la biopsia.
En este segundo examen, no se observaron alteraciones celulares predominantes que sugirieran una neoplasia puesto que la mayor parte del estroma estaba formado por fibroblastos maduros y bien diferenciados, excepto una zona muy concreta donde la proliferación de tejido conjuntivo estaba asociada a células fusiformes con signos de anisocariosis y anisocitosis marcada.
Teniendo en cuenta la detección de esta zona de fibroblastos atípicos, nuestro diagnóstico de Paniculitis fue modificado por el de Fibrosarcoma
Aunque los patólogos atribuímos habitualmente a la citología un escaso valor diagnóstico, este caso resulta ejemplarizante a cerca de la utilidad que puede tener esta sencilla técnica de diagnóstico. La citología nunca puede substituir a la biopsia, mientras que lo contrario es lo habitual. Ahora bien, cuando la biopsia no representa la totalidad de la lesión (incisional) como en este caso, hay que tener en consideración la utilidad que supone un examen citológico para muestrear diferentes zonas de un proceso con lo cual se obtiene una visión mucho más aproximada que a través de un examen parcial aún cuando la técnica sea más específica. En este animal, la biopsia valoró predominantemente una zona con caracter inflamatorio lo que conllevó un diagnóstico erróneo, mientras que la toma de citologías de diferentes zonas del nódulo permitieron reflejar de forma más global el proceso y revelar la presencia de células neoplásicas en otras áreas no biopsiadas.
En el caso de recibir un diagnóstico histopatológico no coincidente con vuestra sospecha clínica, considerad la posibilidad de reevaluar la lesión por vuestra parte si el estudio se ha basado en un examen parcial del tejido.
El caso también es un buen ejemplo para animaros a comunicarnos cualquier resultado de vuestros estudios citológicos que pueda tener una influencia en nuestra valoración histopatológica.
P.D. Tres semanas después, y una vez realizada la corrección de nuestro diagnóstico, el veterinario extirpó completamente la neoformación y nos la remitioó para examen histopatológico, confirmándose de forma definitiva el diagnóstico de fibrosarcoma.