Obtención de muestras de ganglio linfático

Un examen orientativo sobre trastornos que afectan los ganglios linfáticos puede realizarse fácilmente mediante citología, aunque suele ser necesaria la biopsia, como sucede en el resto de sistemas, para obtener un diagnóstico definitivo en la mayoría de casos. Tanto en el caso de neoplasias primarias del ganglio (linfomas) como también en casos de metastasis, las biopsias de ganglio deben representar simultáneamente la zona cortical y medular del órgano. Este aspecto es fundamental, debido en primer lugar a que el diagnóstico de linfomas muchas veces se basa en la pérdida de dieferenciación corticomedular y, en segundo lugar, las metástasis raramente se distribuyen de forma homogénea en el parénquima ganglionar.

Para obtener una biopsia de ganglio que represente corteza y médula en la misma muestra, es recomendable practicar una biopsia quirúrgica, en forma de cuña, asegurándose que el vértice de ésta alcance el centro del ganglio linfático. Evidentemente, puede optarse por remitir la totalidad del ganglio afectado, con lo que se obtiene una información mucho más precisa sobre las lesiones (tal como se menciona anteriormente, las metástasis en los ganglios muchas veces se limitan a discretos agregados de células neoplásicas muy localizados, difíciles de detectar con una muestra quirúrgica). Por todos estos mismos condicionantes, no está indicado el uso de biopsias por tru-cut para el estudio de linfadenopatías, que ofrecen una imagen muy limitada del parénquima ganglionar.

  1. Deja un comentario

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: