Patogenia de la Enteropatía Inflamatoria Crónica
Publicado por Histovet en Patogenia de la Enteropatía Inflamatoria Crónica el octubre 26, 2022
Siel, D.; Beltrán, C.J.; Martínez, E.; Pino, M.; Vargas, N.; Salinas, A.; Pérez, O.; Pereira, I.; Ramírez-Toloza, G. Elucidating the Role of Innate and Adaptive Immune Responses in the Pathogenesis of Canine Chronic Inflammatory Enteropathy—A Search for Potential Biomarkers. Animals 2022, 12, 1645.
https://doi.org/10.3390/ ani12131645
(https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9264988/pdf/animals-12-01645.pdf)
La Enteropatía Inflamatoria Crónica (EIC) engloba un conjunto de trastornos gastrointestinales idiopáticos que vienen definidos por un desarrollo de tres o más semanas de evolución en individuos en los cuales se han descartado infecciones extraintestinales y procesos neoplásicos así como otras causas de gastronenteritis mediante pruebas laboratoriales, que no responden a dieta de supresión así como tampoco a 14 días de tratamiento mediante metrodinazole o tilosina y que presentan evidencia histológica de inflamación.
La EIC se subdivide en función de la respuesta al tratamiento en la Enteropatía con respuesta a la dieta (FRE), la Enteropatia con respuesta a los antibióticos (ARE), la Enteropatía con respuesta a la inmunosupresión (IRE/SRE), y la Enteropatía sin respuesta al tratamiento (NRE). El término IBD, por el contrario, no es aplicable en perros porque es una inflamación crónica del tracto digestivo propiamente de humanos que engloba la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerativa asociada a E.coli enteroinvasivos.
Las gastroenteritis que pueden estar asociadas a una EIC son algunos de los casos más frecuentes que recibimos para diagnóstico histopatológico tras los procesos neoplásicos y las dermatopatías. Suelen ser cuadros crónicos de vómitos y diarreas, recurrentes y que no responden o responden parcialmente a diferentes tratamientos.
Como patólogos no podemos interpretar el proceso como EIC porque las lesiones histológicas solamente representan un eslabón más en el algoritmo de diagnóstico de esta enfermedad. En muchos, casos desconocemos si se han practicado todas las pruebas pertinentes para concluir en un diagnóstico de EIC a través de los hallazgos de las biopsias. Pero es de suponer que gran parte de las gastropatías y enteropatias que diagnosticamos se enmarcan en el desarrollo de esta alteración.
Se trata pués de un proceso común y, aún así, la patogenia de la EIC sigue siendo desconocida. Se (mal-)interpreta, se diagnostica, se trata, algunos casos responden y otros no, para poner al final de manifiesto que la EIC no es probablemente una entidad sino un conjunto de disregulaciones del tracto digestivo que se han agrupado artificialmente bajo este epígrafe, no a través de su causa, sino de la presentación y la respuesta al tratamiento. La clínica ha creado la entidad, algo así como si el huevo hubiese creado la gallina.
Y ello se pone de manifesto cuando la heterogeneidad en los criterios para incluir o excluir casos como EIC y los aspectos clínicos de los pacientes han favorecido la imposibilidad de establecer un perfil de respuesta inmunológica como se ha hecho en medicina humana en casos de IBD. Aunque para ser honestos, el caos no sólo ha venido de la parte clinica si tenemos en cuenta los diferentes sistemas de clasificación que se han ido sucediendo para interpretar las lesiones histológicas .
Factores genéticos, ambientales, disbiosis y una disregulación de la respuesta inmunológica se han propuesto como elementos de un proceso multifactorial que todavía no se ha podido encajar. Y las lagunas son especialmente manifiestas en el papel de la respuesta inmunológica frente a la microbiota, tanto la generada de forma inespecífica (innata) a través de elementos físicos, químicos y celulares (macrófagos, neutrófilos, mastocitos, etc) como la específica (adaptativa) a través de la expansión clonal de linfocitos.

Siel, D.; Beltrán, C.J.; Martínez, E.; Pino, M.; Vargas, N.; Salinas, A.; Pérez, O.; Pereira, I.; Ramírez-Toloza, G. Elucidating the Role of Innate and Adaptive Immune Responses in the Pathogenesis of Canine Chronic Inflammatory Enteropathy—A Search for Potential Biomarkers. Animals 2022, 12, 1645. https://doi.org/10.3390/ani12131645
Licensee MDPI, Basel, Switzerland. This article is an open access article distributed under the terms and conditions of the Creative Commons Attribution (CC BY) license
En este trabajo, los autores repasan y actualizan la información sobre los avances realizados en elucidar los mecanismos inmunológicos y moleculares de la respuesta inmune que tiene lugar en la EIC. Es un artículo complejo cuya lectura requiere unos conocimientos mínimos de inmunología. Pero con paciencia y disponiendo de la red para consultar conceptos, si bien es verdad que no se va extraer ninguna informacion práctica y relevante de cara a la práctica clínica, uno puede configurarse una visión sobre la complejidad de este escenario o sobre la errática evolución y respuesta al tratamiento de muchos casos de EIC.
Citología problema 37
Publicado por Histovet en Citología problema 37 el julio 16, 2018
Las imágenes corresponden a aspirados de una zona ulcerada en el mentón de un gato europeo macho de 15 años de edad, de un mes de evolución y de aproximadamente 1 cm de diámetro.
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La medicina preventiva del patólogo
Publicado por Histovet en La medicina preventiva del patólogo el julio 16, 2018
Las conversaciones telefónicas con los clientes (los veterinarios clínicos) son parte importante del trabajo como patólogo porque, a diferencia de la información que aporta el informe, aquella que se comunica verbalmente permite expresarse de una forma que se suele traducir en una información más efectiva. Una llamada de teléfono y una charla de cinco minutos pueden aclarar más dudas que una redacción extensa. Pero no siempre es así.
Por el motivo que sea, lo que empieza a veces como una conversación amistosa puede acabar enzarzándose en un diálogo complicado. Todos somos humanos, y nuestra eventual eficacia diagnóstica no necesariamente se corresponde siempre con una capacidad de comunicación. Quizás en otros casos, no lo sabremos, la disconformidad obedece a otros motivos. Sea como sea, cuando en una de estas conversaciones tengo la sensación de llegar a un callejón sin salida, saco de la chistera el argumento sobre la posiblidad de remitir la muestra a otro laboratorio para pedir una segunda opinión. Pero siempre se me malinterpreta. Bien se ve como un desentendimiento del caso por mi parte o bien como una falta de confianza. Y la reacción siempre es la misma: no, no es necesario. Confiamos mucho en vuestro trabajo.
Se malinterpreta porque el hecho de remitir la muestra a otro centro para pedir una segunda opinión no es una cuestión de probar la confianza ni una acción de competitividad para ver quien tiene la razón y, mucho menos, una forma de lavarse las manos. Como patólogo, a menudo recibo biopsias de otros centros para una segunda opinión a la vez que también remito a otros laboratorios para una segunda opinión externa aquellos casos diagnosticados por nostros cuando el veterinario lo requiere así. Pero mientras que la solicitud por parte del veterinario no levanta recelos, cuando lo propongo como patólogo doy a entender que lo que pretendo es quitarme un problema de encima.
Sin embargo, para los patólogos, acostumbrados a lidiar con posibles errores de diagnóstico, una segunda opinión tiene un gran significado. No sólo se emplea a nivel intradepartamental como herramienta para corroborar diagnósticos, sino que también es un mecanismo de control de calidad. En medicina humana, una segunda opinión extradepartamental es el mejor método para asegurar la máxima precisión en el diagnóstico en pacientes con cáncer y aquellos destinados a tratamientos definitivos por trastornos graves. Los mismos patólogos deben promover su uso …en aras a confirmar y mejorar la precisión diagnóstica (T. Craig Allen)
La patología no es una ciencia empírica. Un diagnóstico anatomopatológico en la mayoría de casos es una opinión, no un título serológico o un recuento hematológico. Es quizás la única rama de la médica en la en que no son aplicables los argumentos de la “Medicina Basada en la Evidencia”. De hecho, si una misma lesión la valoran distintos patólogos pueden obtenerse distintos diagnósticos. Ahí radica el porqué de la importancia de las segundas opiniones en anatomía patológica.
En patología humana se han realizado diversos estudios sobre los beneficios y discrepancias de las segundas opiniónes. En servicios de humana, las diferencias en el diagnóstico varían entre un 2,3 y un 30% de los casos. Un estudio de 5 años de 70.000 casos de la Clínica Mayo, demostró los beneficios de entrenar a patólogos con segundas opiniones de centros externos así como de revisar casos propios como patólogos senior.
Una segunda opinión es un incremento en el coste económico del caso (relativo, porque las biopsias suelen posponerse al final de la cadena de diagnóstico, cuando el propietario ya lleva abonados diversos análisis y tratamientos). Pero en cualquier caso el veterinario deberá convencer al propietario para pagar por un segundo estudio de una muestra ya analizada y pagada. Algo que además contrastará con el cariz que va adquiriendo nuestra profesión (donde y cuando realizar un examen de biopsia acaba dependiendo de escalados de precios por volumen de muestras, descuentos y estudios complementarios que nada tienen que ver con la histopatología). Pero a la larga, el benificio superará el coste. Los estudios realizados en medicina humana demuestran que confirmar/corregir un diagnóstico conlleva una reconsideración en el tratamiento (evitando terpias innecesarias) que también acaba repercutiendo en el coste final. En el fondo, podemos preguntarnos que estamos haciendo aquí: si nuestro objetivo es un tema de rentabilidad y gestión económica o bien el procurar por la salud de las mascotas.
Clasificación de la OMS para linfomas alimentarios en gatos
Publicado por Histovet en Clasifición OMS linfoma alimentario felino el julio 5, 2018
El linfoma es la neoplasia más frecuente en gatos y en su forma alimentaria la más común. Es una neoplasia cuyo diagnóstico puede establecerse a nivel ecográfico y citológico, pero la identificación del tipo concreto de linfoma y el pronóstico indispensablemente requieren un estudio histopatológico mediante biopsias de alta calidad.
En medicina humana, cada subtipo de linfoma alimentario se considera como una entidad distinta, con un pronóstico y tratamiento diferentes. En los últimos diez años, el sistema de clasificación de tumores linfoides de la OMS empleado en medicina humana ha venido a substituir los antiguos sistemas de clasificación empleados tradicionalmente en veterinaria (Kiel, NCI-WF). Pero hasta el momento y a pesar su incidencia existen escasos trabajos que hayan valorado la aplicación de este nuevo sistema de clasificación a los linfomas alimentarios en gatos. En este artículo, los autores lo hacen tanto desde el punto de vista de la patología veterinaria como humana.
La valoración de 61 casos de linfoma alimentario felino por parte de un patólogo veterinario y otro de humana concluye que los linfomas alimentarios felinos del tracto digestivo se dividen en 6 tipos de neoplasia, que además tienen sus homólogos en los linfomas alimentarios en humanos:
- Linfoma B de células grandes difuso (DLBCLs)
- Linfoma de células B rico en células T (TCRBCL)
- Linfoma de zona marginal del MALT (MALT)
- Linfoma T de células grandes anaplásico (TALCL)
- Linfoma de células T asociado a enteropatía tipo I (EATL-I)
- Linfoma de células T asociado a enteropatía tipo II (EATL-II)
El DLBCLs (20%) es el tercero más frecuente en gatos, con una morbilidad análoga a las personas. El TCRBCL (2%) se considera una variante del DLBCLs, afecta sobretodo al intestino delgado y es tan infrecuente en humanos como en gatos. El MALT (2%) es mucho más frecuente en humanos y, mientras que en estos afecta predominantemente al estómago, en gatos es una neoplasia intestinal. El TALCL (2%) es infrecuente tanto en humanos como en gatos, afecta sobretodo al intestino grueso y su diagnóstcio es complicado ya que requiere marcadores no aplicables en inmunohistoquímica de rutina (CD30+). El EATL-I (40%) corresponde al linfoma de células grandes, transmural y de mal pronóstico (TSG 1,5 meses). Una Linfoma de células T periférico sin especificación (PTCL-NOS) equivaldria a un EATL-I. Finalmente, el EATL-II (34%) corresponde a un linfoma de células pequeñas epiteliotrópico, de mejor pronóstico (TSG 2,4 años) y que equivale a un trastorno recientemente descrito en medicina humana (Trastorno linfoproliferativo de células T del tracto gastrointestinal).
El trabajo es relevante desde el punto de vista de demostrar la utilidad de la clasificación de la OMS para linfomas digestivos en gatos, acota y valora la incidencia de los seis tipos de linfoma, recalca el papel indispensable de la inmunohistoquímica para clasificar los linfomas y amplia las formas de neoplasia linfoide del tracto gastrointestinal en gatos más allá de la concepción habitual de valorar sólo los linfomas alimentarios como tumores de células grandes o de células pequeñas.
Insulinoma
Publicado por Histovet en insulinoma el julio 4, 2018
Tumor neuroendocrino. Las células neoplásicas se presentan en pequeños agregados o de forma individualizada, a menudo con el citoplasma fragmentado y mostrando solamente un núcleo desnudo, típico de los tejidos neuroendocrinos. En ocasiones esto genera un fondo azul claro. Núcleos redondos a inventados, escasa anisocariosis y anisocitosis. Radio núcleo citoplasma bajo a moderado.
B. Basófilo, birrefringencia
Publicado por Histovet en B. Basófilo, birrefringencia, Uncategorized el abril 23, 2018
1. adj. (Bioquím.) Que se tiñe con colorantes básicos. En el caso de la tinción de rutina para biopsias, la hematoxelina (catiónica o básica) tiñe de azul estructuras ácidas, como los núcleos. Cualquier estructura azul en la histología se describe como basófila. La eosina (aniónica o ácida) tiñe estructuras básicas de color rosa, como el citoplasma. Cualquier estructura rosa se describe como eosinófila.
2. m. (Citol.) Leucocito polimorfonucleado con gránulos basófilos. Participan en las reacciones de hipersensibilidad. Sus gránulos contienen hidrolasas, histamina, heparán sulfato, heparina y leucotrienos. Es uno de los tres tipos de granulocitos, junto con los neutrófilos y los eosinófilos.
[bás(is) βάσις gr. ‘base’ + -o- gr. + phil(o)- φίλ-ος/-ον gr. ‘con afinidad por’ + -o/-a esp. ]
f. (Fis.) Desdoblamiento de la luz en dos rayos que se produce cuando ésta atraviesa una estructura que presenta distintos índice de refracción (anisótropa). En el caso de elementos biológicos se debe a un alto grado de orientacióin molecular. En tejidos, algunas estructuras birrefringentes son el músculo estriado, inclusiones cristaloides de las células de Leydig, pigmentos, lípidos, proteínas, depósitos óseos y el amiloide.
[bi(s) lat. ‘dos’, ‘dos veces’ + refringens (participio de presente de refrin/é-re) lat. ]
En el caso del amiloide, esta propiedad se aprovecha para su identificación y clasificación. Mediante la tinción de rutina su aspecto es un depósito eosinofílico y homogéneo, indistinguible de otros
depósitos proteináceos. Mediante la tinción Rojo Congo se identifica como amiloide, pero no sabemos tampoco que tipo de amiloide es. El tipo concreto de amiloide sólo se reconoce cuando se combina la tinción de Rojo Congo con el dicroismo que presenta su birrefringencia.
Dicroismo es la propiedad de ciertos materiales birrefringentes de absorber en una determinada dirección uno de los rayos, de manera que en esa
dirección parece de otro color: si la luz incidente es blanca, en esa dirección aparece del color complementario al del rayo absorbido (verde claro en el caso del amiloide). Si antes de realizar la tinción de Rojo de Congo el tejido es tratado con una solución de permanganato de potasio, el amiloide AA deja de mostrar afinidad tintorial y de mostrar el dicroismo. Las substancias amiloideas resistentes al permanganato de potasio corresponden, a los amiloides AL, AS, endocrinos y familiares.
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